sábado, 25 de junio de 2016

Saber mandar

Se dice que una de las mejores formas de conocer a alguien es darle poder. Con frecuencia vemos cómo tipos que jamás habían roto un plato se convierten en energúmenos. Claro que tampoco tiene por qué ser necesariamente así. Hay quienes ejercen el poder con discreción y sin sembrar insidias a su alrededor. Por supuesto, estas últimas personas están mejor preparadas para afrontar lo que tarde o temprano suele llegar: la pérdida del poder.

JV.- Para algunas personas, el poder es un fin en sí mismo. Para otras, una herramienta para mejorar la situación de los demás. Nos quedamos con estas últimas, ¿verdad?
IQ.- Sí, yo al menos, sí. Hay diferentes formas de detentar el poder, y la que más me gusta es aquella que deriva del conocimiento. Puedes perder todo lo que tienes en la vida, pero mientras no te quiten lo que has aprendido, lo que sabes, siempre puedes ir a parar a algún sitio. Además es un equipaje ligero y que puedes guardar para usar solo cuando es necesario.

JV.- Comencemos hablando, en todo caso, de las primeras. Su vida consiste en acumular poder y, en general, al precio que sea. Poco bueno podemos esperar.
IQ.- Pues sí, porque te dejan espacio para poco y porque no comparten aunque no sepan ni por qué, pero este perfil de persona tampoco puede conseguir lo que tú sabes [Sigue leyendo en los diarios de Grupo Noticias]

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